BOGOMILOS
BOGOMILOS, el nombre de una antigua comunidad religiosa que tenía su origen en Bulgaria. Es una tarea complicada determinar el verdadero carácter y los principios de antiguas sectas de este tipo, considerando que prácticamente toda la información que nos ha llegado proviene de sus oponentes. En lo que se refiere a los bogomilos algo se puede inferir de la información recogida por Eutymius Zygadenus en el siglo XII, y del polémico "Contra los Herejes" escrito en eslavonico por San Kozma durante el siglo X. Las antiguas listas de libros prohibidos eslavos de los siglos XV y XVI también; nos pueden dar una pista para el descubrimiento de esta literatura herética y en los medios que los bogomilos usaron para llevar a cabo su propaganda. Tomando como punto de partida la enseñanza de las sectas heréticas en Rusia, principalmente aquellas del siglo XIV, que son una continuación directa de las doctrinas sostenidas por los bogomilos, se ve que negaban el nacimiento divino de Cristo, la coexistencia personal del Hijo y del Padre y del Espíritu Santo, y la validez de los sacramentos y de las ceremonias. Los milagros hechos por Jesús eran interpretados en un sentido espiritual, no como hechos materiales reales; la iglesia era la iglesia interior espiritual en la que todos compartían de forma igual. El bautismo sólo se tenía que practicar a los hombres y mujeres adultos. Los bogomilos repudiaban el bautismo de niños y consideraban que el rito del bautismo era de carácter espiritual y ni con agua ni con aceite sino por la autorenuncia, las plegarias y el canto de himnos. Carp Strigolnik, quien en el siglo XIV predicaba esta doctrina en Novogrod, explicaba que San Pablo había enseñado que los hombres humildes habrían de instruirse unos a los otros; por lo tanto ellos elegían sus 'maestros' de entre ellos mismos por ser sus guías espirituales, y no tenían sacerdotes especiales. Las plegarias se decían en casas particulares, no en edificios separados como las iglesias. La ordenación era conferida por la congregación y no por algún ministro especialmente denominado. La congregación era elegida y cada miembro podía obtener la perfección de Cristo y convertirse en Cristo.
Estas doctrinas han sobrevivido en las grandes sectas rusas, y se pueden remontar a las enseñanzas y a las prácticas de los bogomilos. Pero además sostenían la concepción dualística maniquea del origen del mundo.
Enseñaban que Dios había tenido dos hijos, el más grande Satanail y el más joven Miguel. El hijo más grande se rebeló contra el padre y se convirtió en el espíritu malévolo. Tras su caída se creó los cielos inferior y la tierra e intentó inútilmente crear al hombre; finalmente tuvo que pedir ayuda a Dios para hacer del hombre un ser vivo. Tras la creación a Adan se le permitió cultivar el suelo con tal que se vendiera a si mismo y sus descendentes al propietario de la tierra. Entonces, Miguel fue enviado en la forma de hombre; se fue identificando progresivamente con Jesús y fue 'elegido' por Dios tras el bautismo en el río Jordán. Cuando el Espíritu Santo (Miguel) apareció en la forma de palomo, Jesús se convirtió en Cristo y recibió el poder de romper el pacto en forma de mesita de barro (hierographon) que Satanail guardaba de Adan. De esta manera él venció a Satanail y le negó la terminación de ail = Dios, en el cual su poder residía. Satanail se transformó entonces en Satán. A través de sus maquinaciones se produjo la crucifixión, y Satán fue el origen de toda la comunidad ortodoxa, con sus iglesias, vestimentas, ceremonias, sacramentos y ayunos, con sus monjes y sacerdotes.
Según documentos eslavos el fundador de esta secta era un cierto sacerdote, Bogomilo, quien bebió de la enseñanza maniquea y vivió en tiempo del emperador búlgaro Pere (927-968). Según otra fuente el fundador se decía Jeremías (o había un sacerdote asociado con él denominado Jeremías). Las fuentes eslavas son unánimes sobre el punto que sus enseñanzas eran maniqueas. Misioneros celosos, vestidos como los frailes mendicantes, trajeron sus doctrinas por todas partes. El 1004, escasamente 15 años tras la introducción del cristianismo en Rusia, un sacerdote, Adriá, se encontraba enseñando las mismas doctrinas que los bogomilos. En el 1125 la iglesia al sur de Rusia tuvo que combatir a otro hereje denominado Dimitri. La iglesia de Bulgaria también intentó erradicar el bogomilismo, pero sobrevivió durante unos cuántos siglos. Los papas de Roma mientras encabezaban las cruzadas contra los albigenses no se olvidaron de su parte correspondiente en los Balcanes y recomendaron la aniquilación de los herejes.
Los bogomilos se extendieron hacia occidente se establecieron en Serbia, pero finalmente en el siglo XII Stephen Nemanya, rey de Serbia, los persiguió y los expulsó del país. Grandes números se refugiaron en Bosnia, donde se conocieron con el nombre de patarins. Desde Bosnia su influencia se extendió hacia el interior de Italia (Piamonte). Los húngaros llevaron a cabo muchas cruzadas contra los herejes de Bosnia, pero hacia finales del siglo XV la conquista de aquel país por los turcos puso fin a su persecución.
Ver el articulo 'Bogomils' en la Encyclopaedia of Religion and Ethics de Hastings; F. C. Conybeare, The Key of Truth (1898). La principal fuente de información sobre la doctrina de los bogomilos es el relato de Eutymius Zygadenus, en su obra de 24 herejías (Migne, Patrologia Graeca, vol. CXXX; Narratio de Bogomilis, ed. per Giesler).
Extraído de la Encyclopaedia Britannica, vol. 3, pp. 781-782, 1959. Traducido del inglés por James C. Townsend.
James C. Townsend es licenciado en Ciencias Políticas por la Boston University, y Master en Periodismo, por la misma universidad de los Estados Unidos. En la actualidad Mr. Townsend trabaja como colaborador del prestigioso periódico económico Finantial Times.
BARLAAM I JOSAFAT
BARLAAM Y JOSAFAT. La vida de Barlaam y Joasaph (o Josaphat) es una leyenda hagiográfica, encontrada entre los escritos de Sant Juan de Damasco. Debe su interés e importancia al hecho que algunas de sus partes corresponden a la leyenda del Buda. Empieza con la historia de un rey indio Abenner, que era idolatra y perseguía a los cristianos, especialmente a los monjes. Le nació un hijo denominado Joasaph. En la fiesta del nacimiento 55 astrologos profetitzaron su grandeza como rey, pero uno de ellos dijo que sería grande no en el reino de su padre, y que aceptaría la religión cristiana. Entonces el rey lo hizo cerrar en un bello palacio, para que no conociera nada de las desgracias de la vida; pero debido a que el príncipe estaba afligido por estar cercado, finalmente se le permitió salir, y a pesar de las precauciones vio un hombre mutilado y un hombre ciego. Posteriormente vio un hombre viejo, y supo que nada sino la muerte aliviaría su miseria. Con esto se sintió afligido, pero ocultó su pena de su padre.
Hasta este punto el relato corresponde fielmente con la leyenda de la juventud de Buda, pero a partir de aquí diverge, y lo que resta de la narrativa es muy diferente. El príncipe fue visitado por un monje disfrazado, Barlaam, que lo instruyó en la doctrina cristiana, y finalmente lo bautizó. Su padre lo intentó convertir nuevamente celebrando una disputa pública entre los idolatras y los cristianos, pero fracasó, y entonces utilizó en vano a Theudas, un mago, para convertir al príncipe usando espíritus maléficos y mujeres. Entonces desesperado dividió su reino con su hijo, pero a la cabo de cuatro años se convirtió y murió. Acto seguido Joasaph abdicó, hizo rey a Baraquias, y se fué al desierto para encontrar a Barlaam. Por el camino el demonio lo tentó con recuerdos de su antigua gloria, y con visiones de tías abuelas y monstruos. (Aquí hay probablemente otra reminiscencia de un incidente budista, la tentación de Mara.) encontró a Barlaam despues de dos años, y vivieron juntos el resto de sus vidas en el desierto. Despues de la muerte de Joasaph los cuerpos de los dos fueron traídos con gran pompa por el rey a su propio país.
El problema de la relación de esta leyenda con la vida de Buda ha aumentado en su complejidad con descubrimientos sucesivos. Pronto se observaron los parecidos, pero fueron dadas a la luz por Liebrecht en 1860. Versiones independientes del relato han sido descubiertas desde entonces, y es probable que el original hindú fuera traducido en alguna forma de persa medio y posteriormente al griego sobre el siglo VI a.D., y antes del periodo mahometano. Aún más recientemente fragmentos de una versión maniquea han sido descubiertos por von Le Coq en Asia central. Según P. Alfaric, el relato cristiano vino por un conducto maniqueo, pero tiene que haber aún un otra conexión de por medio, que ya se ha perdido.
Nunca se ha descubierto el original hindú exacto. Hay al menos tres vidas de Buda, el sanscrito Lalita-vistara, la versión china de una obra en sanscrito traducida al inglés por Beal denominada The Romantic Legend of Sakaya Buddha, y la introducción pali al Jataka (ver JATAKA). Ninguna de estas se puede fechar antes del siglo III a. D. La forma del nombre Joasaph, que es una corrupción del título de juventud de Buda, Bodhisattva, muestra que el original estaba en sanscrito, y no en pali, en el cual la v desaparece. Y no obstante el relato de la profecía al nacimiento del príncipe corresponde más con la versión pali que la de sanscrito. Una peculiaridad de la griega es la inserción de parábolas relatadas por personajes en el relato. Así es una característica claramente india, pero ninguno de estos relatos se han encontrado en las vidas de Buda existentes, y es probable que el original hindú que llegó A Pérsia era una versión aun mas antigua que ha desaparecido. Es inexacto decir que Barlaam y Josaphat nunca han sido canonizados. Están inscritos en la Martiriologia romana el 27 de nov. según la autoridad de Juan de Damasco, y Joasaph solamente en el Synaxarion de la iglesia griega el 26 de agosto. Las anchas ramificaciones del relato en la literatura medieval europea han sido reseguidas por Braunholtz y Jacobs.
El texto griego con la traducción inglesa se encuentra en Barlaam and Ioasaph, de G. R. Woodward y H. Mattingly (1914); E. Kuhn, Barlaam und Joasaph, eine bibliographisch-literagesh. Studie (München, 1897); E. Braunholtz, Die erste nichechristliche Parabel des Barlaam und Josaphat (Halle, 1884); J. Jacobs, Barlaam and Josaphat (1896); Baralam and Yewasef, texto etiotico ed. y trad. por Sir E. A. W. Budge (1923); los últimos resultados estan resumidos por P. Alfaric, Òla vie chrétienne du Bouddha, o a Journal Asiatique (Sept.-Oct. 1917). (E. J. T.)
Extraido de la Encyclopaedia Britannica, vol. 3, p. 115, 1959. Traducido del inglés por James C. Townsend.
James C. Townsend es licenciado en Ciencias Politicas por la Boston University, y Master en Periodismo, por la misma universidad de los Estados Unidos. En la actualidad Mr. Townsend trabaja como colaboador del prestigioso periodico economico Finantial Times.
Catarismo en Cataluña
Esta es una cuestión a menudo planteada en conferencias y coloquios: la dimensión que tuvo el catarismo dentro de las tierras catalanas. No es una cuestión cualquiera, y menos en el último tiempo, cuando se ha despertado Pirineo aquí un interés por todo el que estuvo relacionado con el catarismo; los interlocutores suponen, y con razón, que el que sucedía en tierras de Languedoc, también se tenía que trasladar a Cataluña.
Hay una serie de indicaciones claras que hacen presuponer que la religión de los Bons Hommes también se desarrolló en el Principado como en los otros reinos de la Confederación Catalano-Aragonesa. El ejemplo más eminente lo tenemos en la tragedia de Belibaste, que vivía y hacía de perfecto en Morella, antes de ser entregado a traición a los esbirros de Jacques Fournier, el inquisidor de Pámies.
El gran problema que tenemos es saber los otros Belibastes que desplegaban la predicación del catarismo por estas tierras nuestras. Sabemos que eran, pero cuántos eran? Este es el gran enigma que, por desgracia, quedará por siempre jamás más sepultado con sus mismos cuerpos. La Inquisición no solamente se movía por las tierras occitanas, sino que, con más o menos tolerancia, los dominios catalanes se aseguraban que ningún cátaro hablase. Por lo tanto, del proceso migratorio que trajo mucha gente a Cataluñ, prácticamente no sabemos ni jota; vinieron de incógnito...
Dejando aparte esta aportación lenguadociana, hay interés en calificar de cataros a los Castellbó, los Josa, algunos nobles del Rossellón. Serían los cataros propios, bien nuestros. Pero si bien está documentada la presencia de diacas cataros por tierras de los Pirineos, en adentrarnos en la historia particular, por ejemplo, de Arnau de Castellbó, siempre hace el efecto que hay mucho montaje del obispo de Urgell contra el viejo enemigo, bien aprovechado por Pere de la Cadireta, el inquisidor dominico.
A la postre, aún acceptando como cataros a Josa y Castellbó, más toda la cantidad de cataros que pasaron la frontera, la verdad es que, por carencia de información histórica, siempre tendremos que llegar a la misma reflexión: había catarismo en Cataluña, pero nos es imposible de cuantificar.
Jesús Mestre i Godes
Consecuencias politicas del final de la cruzada contra los cataros o bons-homes
Al lado del misterio la atracción que desde siempre, pero muy especialmente en los últimos años, ha tomado el catarismo, están las tristes consecuencias que tuvo para la política catalana del Perapuertusès, el final de la cruzada contra los cataros o albigenses.
La cruzada, como es sabido, se inició a partir del 1209, al poco del asesinato del legado papal Pere de Castellnou, y las consecuencias inmediatas no se hicieron sentir en estas tierras sometidas directamente a la corona catalano-aragonesa hasta después del 1240, cuando señoreaba el país Pere de Fenouillet, vasallo del vizconde de Narbona y del rey de Aragón.
Aun cuando este señor estaba comprometido con los perseguidos por herejes, pudo mantener el país al margen de las campañas bélicas, cosa que hizo que algunos señores desposeídos por la cruzada buscaran refugio en sus territorios.
En el año 1240 el señor de Fenouillet se comprometió gravemente cuando participa activamente junto al vizconde Ramon Trencavel III por recuperar Carcassona, en poder de los cruzados. Aún el fracaso de la empresa, Pere de Fenollet pudo aún mantenerse al margen de la autoridad del rey de Francia por haber este encargado el gobierno de estos territorios a su aliado Nunó Sanç, señor del Rossellón, que murió en el 1242, tres años después de haber vendido el castillo de Peyrepertuse al rey de Francia.
Desde el 1240, las tropas cruzadas o del rey francés, iban conquistando dominios del país de Salt y de las Corbières, hasta que sobre el 1250 decidió acabar con los reductos de la Fenolleda. Aquí se encontraban algunos de los castillos más espectaculares de la actual ruta de los castillos cataros, como el ya mencionado de Perapertusa o Peyrepertuse, el de Puég-laurènç o Puiglaurens o Puilaurens, el de Querbús o Quéribus, y otros no tan visitados, pero fuertes y notables como los de Aguilar, Domnova, Axat, Fenollet o Venouillet, Sabardan, etc.
La suerte de la Fenolleda y del Perapertusès quedó definitivamente marcada con la rendición de Quéribus en el 1255, y la derrota de su último resistente Chabért de Barbairan. En este castillo se había refugiado el obispo cátaro de Rasés, Beneset de Termes, con el diaca Pere Paraire y algunos otras perfectos.
Así acabó el último bastión de la Iglesia de los "bons-homes" en el Languedoc. Tres años más tarde, el tratado de Corbeil entre el rey de Francia y la Corona de Aragón, desvinculaba del territorio catalán aquellos territorios germanos que se habían vinculado a la Corona gracias al conde de Besalú, Bernat Tallaferro, en torno al año 1000.
El desastre iniciado en Muret en el 1213 se complementaba así en Quéribus en el 1255.
El rey de Francia rehizo los más importantes castillos de aquella zona, que fue en lo sucesivo una marca de frontera entre el Reino de Francia y el de la Corona de Aragón.
Todo esto, con amplios estudios históricos y arquitectónicos, acompañados de excelentes fotografías, se estudia en el volumen XXV de "Catalunya Romànica" (Barcelona, 1996), dedicado a estas comarcas.
Antoní Pladevall i Font
Dírector de "Catalunya Romànica"
Apunte sobre los Cataros en Mallorca
En diciembre pasado murió el arquitecto y humanista mallorquín Gabriel Alomar Esteve, autor del libro "Cátaros y occitanos en el Reino de Mallorca" (Palma de Mallorca, 1978). Este libro fue vendido previa subscripción - motivo que explica que no haya sido demasiado difundido - y, según se indica, "fué escrito originalmente en lengua catalana" , factor a tener en cuenta por razón de la época. Y, pensando también que la publicación ocurrió hace veinte años, conviene que apreciemos el sentido de antelación al estudio de la guerra dicha de los albigenses practicado por Alomar, quien considera la temática apropiada "desde los bons-homes caaros a los fraticelli de San Francisco de Asís". Una mención especial merece la parte del libro dedicada a los conquistadores y repobladores ultrapirinencos de las Islas Baleares (1229-1350). No nos parece improcedente de transcribir, aun literalmente a como aparecen, algunos párrafos generalizados de la obra de referencia.
- p.77: " ... Muchos de los varones occitanos comprometidos en la "herejía" y desposeídos de sus tierras participaron en la conquista de Mallorca y fueron beneficiados en el Repartiment. Entre ellos, un número considerable quedaron establecidos en las islas, o dejaron al menos en ellas un segundón. Otros no tardaron en enajenar sus propiedades insulares, retornando al continente, bien para reincidir en la lucha pro-occitana en su segunda fase (a partir de 1240), bien para seguir al Rey Jaime en las conquistas de Valencia y Murcia. Y finalmente, otros, en particular los de la baronía montpellerina, esperaron para regresar a sus antiguos lares la protección que les aseguraría el nuevo reino de las Mallorcas."
- p. 78: "La participación importantísima de los occitanos (gente del Languedoc) en la conquista de Mallorca venía justificada obviamente por la necesidad de huir de la persecución inquisitorial y de establecerse en unas nuevas tierras que sustituyesen aquellas de las que habían sido expulsados en el ultra Pirineo".
- p 79: "Un hecho está bien claro: el de que aún a finales del siglo XIII existía una etnia (una etnia dominante, evidentemente) unida a una cultura, es decir, una Koiné, que cubría al mismo tiempo el sur de Francia, Cataluña, el Reino de Valencia y las Islas Baleares"
- p. 79: "Los Guillem, los Ramon, los Roger, los Berenguer, los Arnau y los Ponç. Son los nombres típicos del casal de Carcasona."
Y pasando a nombres o locativos concretos destacamos, claro está, los conocidos nombres Jaspert de Barberá y Oliver de Termes.
Del primero se destaca:
- p. 89: "Jaspert de Barberá tomó una parte tan importante en la segunda etapa de la guerra de los Albigenses - como defensor del castillo de Queribús - que se puede considerar como el último caudillo de los occitanos.
Esto es un indicio seguro de que su decisión, unos doce años atrás, de acudir a la conquista de Mallorca habría obedecido a la necesidad de huir a la doble represalia franco-inquisitorial... La experiencia adquirida por Jaspert en la guerra de castillos, no dejó de ser útil en el asedio de la Ciudad de Mallorca."
En cuanto a Oliver - de Termes o de Térmens también la información es mas prolija que la apuntada aquí, pero retenemos que:
-p. 132: "La participación de Oliver de Termes en la conquista de la Ciudad de Mallorca, en la que su experiencia en la táctica militar de asedio había de ser utilísima, viene registrada repetidamente en las crónicas".
De hecho, nos haria falta reproducir diversos paragrafos que, por causas de espacio, omitimos. Aun así, consignamos estas dos muestras:
- p. 97: "Ramon de Canet, el que participó en la conquista de Mallorca, era cuñado de Oliver de Termens. Habiendo intervenido en la primera fase de la guerra, fue expoliado de sus bienes como hereje en 1227".
- p. 138: "Vernet... Los barones de esta estirpe eran cátaros notorios... En la conquista de Mallorca participaron por lo menos tres de este apellido".
Es fácil de inferir el interés que suscita el ensayo efectuado por Alomar. Se expresa el deseo de compilar "la participación de provenzales, gascones y otras gentes del Mediodía francés en dicha conquista, así como el de sus motivaciones" En la imposibilidad de reducir, por parte mía, en el presente apunte, la diversidad de conceptos aleccionadores, me limito a transcribir los apellidos que figuran en el vasto "Apellidario" que comprende una cincuentena larga de páginas de esa importante obra. Son los siguientes:
Abri, Ebri, Abrines; Agen; Alenyá o Alenyar; Angles; Aries; Arguimbau; Assalit; Atbran o Abran; Aurenga; Avinhon o Avinyó; Aymerich o Eimeric; Babot; Balaguer o Balaguera: Banyol o Banyuis; Barbayrá; Barral; Bassa; Bastida o Sabastida; Batle; Baussan o Baussá; Benejam; Bisbal o Sabisbal; Blasco; Bonet; Borda o Bordas; Bordoll o Bordoy; Borraz o Borrás; Bremon o Bremona; Cabrit; Cagoles o Cadolle; Camarata; Canpomar o Campamar; Calvet o Caubet; Campanet; Canet-Sa Guárdia; Caors o Caorz; Capcir; Caramany, Caraman o Caramain; Carbonel o Carbonell; Carcasés; Cardelhac; Carrós; Catllar; Cerdá o Serdá; Cima; Colliure; Conies o Conia; Conques; Corbera; Corsaví o Cortsaví; Cors, Cos o Descors; Costoge; Crexell; Cuber o Cuba; Deu; Duran o Durant; Durfort; Enveig; Escafrè o d'Escafrè (Guiscafrè); Estella, Stela o Stalella; Fábregues o Fábregas; Feliu; Fenollet o Fenolhet; Ferriol; Figuera o Figueira; Forcimany o Forsimanya; Franch; Galiana; Garau o Gayrau; Garsíes; Gil o Gili; Grimalt; Illa; Jordá o Jordan; Lesol; Limoga o Limós; Llombard o Llompart; Llupiá; Malbosch; Martí; Mascaró o Mascarón; Massana; Miraval o Miravalis; Montaner; Montblanch; Montesquiu; Montgiscart; Montreal; Morelch, Maurel, Morell o Morey; Morlan o Moriá; Mosset Narbona o Arbona; Narbonés; Naya o Nage; Oms o d'Oms; Orfila, Ort o De I'Hort; Orteyia o Ortella; Orvay; Paiaizi o Palasin; Palazol, Palol, Palou; Palaldá o Palauldá; Palau; Pámies; Paó o Montpaó; Pedrozel, Petrozell; Pedrussol; Penna, Penya, Pinya; Perpinyá; Pi, Py, Despí; Pinós; Pízan o Pisá; Provensal; Puget; Pujol o Pujols; Puy; Puech; Puig o Despuig; Puig d'Orfila; Puylaurens o Pueglaurens; Rabassa; Renart; Riquer o Riquier; Rieusech o Riussech; Rieutord o Riutord; Rocafort; Rocafuelh o Rocafull; Roqueta; Rosselló; Rossinhol o Rossinyol; Rotlan o Rul-lan; Rovenhac o Rovenac; Sa Clusa; Saleillas o Salelles; Salses; Salt; Saiviá o Salvá; Savall; Sans; Santacília; Sant Martí; Sant Marçal; Sant Naçari; Sarriá; Seguin o Seguí; Serinhá o Serinyá; Serra; Servian o Serviá; So d'Aliò o De Llo-Èvol; Solor, Salor, Soler; Sureda o Soreda; Taillade, Tallada, Talladas; Tautavel, Taltahull, Taltavull; Termes; Tatzo, Totzo, Totxo; Terrena; Thorá; Thuir; Thoveis o Tovell; Togores; Tornamira; Turmeda; Tuyent; Urg o Urtx; Vallespir; Vallvert; Ventaiol o Ventayol; Verdera o Saverdera; Vernet; Vilar o Desvilar; Villalonga; Yspania o Espanha.
Sean las presentes líneas un homenaje a Gabriel Alomar Esteve, quien, desde su presidencia de la A.E.A.C., me favoreció con su amistad y quien, como urbanista que fue, argüia, ya en la década de los cuarenta, que "las ciudades no son sus calles y sus casas, sino los hombres quienes viven y conviven".
Pere Catalá i Roca
Barcelona, gener de 1998
Los Castillos Cataros: entre la historia y la leyenda
Entre los años 1209 y 1255, Occitania sufrió una "guerra santa" de una gran violencia, con el fin de exterminar el catarismo que tan fácilmente se había extendido por sus tierras
Los únicos testigos que nos quedan de aquel conflicto, son los vestigios de tantos castillos fortificados que jugaron un papel principal en la epopeya. Sus ruinas jalonan la geografía del sur de Francia, desde los alrededores de Carcassona hasta los bosques de Foix y la llanura del Rosselló. En realidad, a todos estos castillos, no se les puede dar el nombre de cataros, puesto que la mayoría de los Señores del Midi no eran hereticos, pero pertenecían a una sociedad dónde se desarrollaba la poesía de los trovadores, el amor cortés, y al mismo tiempo, el catarismo, todo iba junto. Para ellos, defender la herejia era defender la propia tierra, un sistema de vida, el bien común de una cultura. Y sin dudarlo acogieron en su casa amigos y vasallos que habían abrazado la nueva fe y juntos lucharon contra la cruzada.
Para preservar su autoridad, la iglesia predica, pues, la guerra santa y una lucha de 45 años llenará de sangre el Languedoc. El papa Innocencio III cursa una circular a todos los obispos de Francia para ofrecer las tierras occitanas a los que vayan a combatirlas y las mismas indulgencias que por la cruzada a Tierra Santa.
La llamada del papa tuvo un gran exito de reclutamiento, con gente venida de todas partes, decididos a conquistar las ricas tierras del sur. Junto a los grandes señores, iban los prelados con escuderos y vasallos; las tropas auxiliares: arqueros, zapadores, carpinteros y herreros que construían y hacían funcionar las máquinas de guerra, y los mercenarios que servían a quienes mejor los pagaba decididos a llevar a buen término sus asuntos tan espirituales como temporales.
En junio de 1209 los cruzados congregados en Lyon, se ponían en camino. Los guiaba el abate del Cister. Y todos los caballeros de Cristo con las banderas desplegadas iban bajando por las riberas del Roine. Pronto llegaron a Besiers y desde el primer momento actuaron con propósito de exterminio. La ciudad fue saqueada e incendiada y se habla de 20.000 muertos. Acto seguido conquistaron Carcassona, e hicieron prisionero a su vizconde Ramon Roger de Trencavel, que moría poco después.
Bajo un pretexto religioso, la cruzada había sido una empresa militar de conquista. Se busca un caudillo para conducirla y se escogio a Simó de Monfort del Cid, un hombre de guerra, un soldado nato.
Fué en aquellos momentos que los señores meridionales organizaran la resistencia, confiando también, con nuestro monarca, Pere el Catòlic, a quien consideraban su señor natural.
Los cruzados querían hacerse dueños de Tolosa, la gran ciudad de la época, pero antes tenían que conquistar algunas plazas fuertes alrededor de Carcassona, por no dejar enemigos detras. había algunos castillos que aun se resistían: Brams, Lastours, Menerva, Termes. En verano los sitiaron y debido al calor y a la carencia de agua tuvieron que rendirse, y todos los cataros que no se retractarán, serían quemados vivos.
Luís VIII emprende una segunda cruzada en el 1226, que su hijo Luís IX (el futuro San Luís) continuará
Nos han quedado recuerdos terribles de aquellos sitios. En Brams, una vez conquistado, Monfort quiere dar a los vencidos un castigo ejemplar y manda mutilar a cien hombres, para que todo el mundo sepa de lo que son capaces sus soldados.
Lastours, situado al N. de Carcassona, en la montaña negra,agrupaba tres castillos: Cabaret, Flor Espina y Quertinhós. Mas tarde, en poder del rey de Francia San Luis, se añadirá otro castillo: Tor Regina. De los primeros castillos tenemos noticia a partir del siglo XI, y eran vasallos del vizconde de Carcasona. El castillo principla, Cabaret, a parte de ser una plaza fuerte, era un lugar conocido por sus torneos y un lugar de encuentro de musicos y trobadores.
Hacia noviembre de 1209 Montfort empieza el asedio, pero los castillos son inexpugnables y tiene que retirarse. Dos años mas tarde pacta con el señor Pere-Roger de Cabaret, y obtiene los castillos a cambio de una recompensa (una vez todos los cataros que se refugiaban en ellos habian salido de la fortaleza). De esta manera se evitaban la hoguera y la destrucción.
Menerva al NE de Carcasona, era un pueblecito fortificado, que aguantó un asedio de siete semanas, pero sin alimentos ni agua se tienen que rendir incondicionalmente. Montfort hace preparar una hoguera bajo las murallas del castillo y ciento cuarenta cataros son lanzados a las llamas.
Mas tarde sitiaran el castillo de Termes, admirablemente situado sobre una montaña. La guarnición del castillo estaba esencialmente compuesta de catalanes. Raimon de Termes, el señor, no era hereje, pero defendia como tantos otros su tierra y escogió deliberadamente oponerse a la cruzada. Una vez rendidos, todos los cataros que pudieron encontrar fueron quemados vivos.Y Raimon de Termes fué hecho prisionero.
Muchos de los señores desposeidos se exiliaron a Cataluña. El rey Pere estaba decidido a ayudarlos y defenderlos. Empeñó todo lo que tenia para preparar la campaña, pero fué vencido y nurió en la batalla de Muret (1213).
Unos años mas tarde, en 1218, sitiando Tolosa, muere también Simon de Montfort.
Mientras, el rey de Francia ha comprendido que esta lucha le es favorable para ampliar sus dominios, y no queria dejar pasar la oportunidad: Luis VIII emprende una segunda cruzada en 1226 que su hijo Luis IX (el futuro San Luis) continuará.
Durante unos años, ningún suceso notable rompe el hilo de la historia del Lenguadoc. Hasta que en el verano de 1240 el hijo de Trencavel vencido en Carcasona, vuleve de su exilio en Cataluña, dispuesto a reconquistar sus tierras. Los desposeido por la cruzada lo apoyan y junto con un gran cuerpo de infanteria catalana, asedian Carcasona. Pero los franceses reciben refuerzos y Trencavel tienen que levantar el campo y volver. En la marcha hacia el sur, los oldados franceses los persiguen hasta llegar a Peyrepertuse.
Estas tierras ya no son de Francia, sinó que se entra en Cataluña. Aquí fué edificada una de las mas formidables linias defensivas que ha tenido nunca nuestro pais: Una cadena de fortalezas que, de oeste a este, se llaman Puilaurens, Fenouillet, Peyrepertuse, Quéribus y Aguilar..
Fueron los condes catalanes los que construyeron estos castillos en los siglos XI y XII con tal de delimitar la frontera con el territorio de Carcassonne. Fenouillet y Aguilar incidieron poco en la cruzada. Peyrepertuse, el castillo mas grande y mas mpresionante de su época se rinde en 1240. Hubo un asedio en regla? Guillem de Perapertusa, debió ser cogido por sorpresa, porqué no pensaria que la revuelta de Trencavel pudiera fracasar. Sin medios para sostener un asedio, pronto tendria que claudicar, entablar negociaciones y rendirse.
En el año 1243, un ejercito de 6.000 hombres tomó posiciones al pie de la montaña para un asedio que duró 10 meses y lleno de escaramuzas
Puilaurens emplazado en uno de los parajes mas inhóspitos de la Fenolleda, pertenecia al conde de Besalú y en el año 1111 pasó a la casa de Barcelona. El castillo es citado por primera vez en el año 985. Como deciamos, durante un tiempo, la Fenolleda tuvo una paz relativa, y muchos cataros allí se refugiaron. No sabemos con exactitud en que fecha se rindió Puilaurens, pero consideramos que su caida fué paralela a la de Quéribus en el año 1255. Quéribus, como la mayoria de los castillos de su época esta situado en la cima de un promontorio, en un emplazamiento estrategico de primer orden. Como Peyrepertuse y Puilaurens durante el s. XI fué propiedad del conde de Besalú y en el 1111 pasó al casal de Barcelona. Durante muchos años defendió la frontera norte de Cataluña. Quéribus será uno de los últimos refugios de la religión perseguida.
Era un castillo inexpugnable y cayó por una traición. Su defensor Jesbert de Barberá, cayó en una trampa puesta por su antiguo compañero de armas, Oliver de Termes. Los dos habian combatido en Mallorca junto al rey Jaume el Conqueridor. Los dos habian tomado parte en la insurreción del joven Trencavel en el 1240. Parece que nuestro monarca tenia en mas estima Jesbert de Barberá que Oliver de Termes, y fué el rencor un fuerte motivo de la trampa que este último puso a su compañero; el castillo fué ocupado por el senescal del rey de Francia (1255).
No sabemos que les pasó a los hereticos refugiados en Puilaurens ni Quéribus. Jesbert de Barberá libró las dos plazas fuertes a cambio de la libertad, y posiblemente de la de todos los refugiados. Hemos dejado para él final hablar de la fortaleza de Montségur aniquilada por los franceses en el año 1244. Montségur quizás no sea el sitio mas grandioso de la guerra albiguense, pero si el de mas trascendencia. A partir del año 1209, y después de la invasión del Languedoc por los cruzados, Montségur fué el refugio de la jerarquia catara. Fué el santuario de la iglesia proibida. Situado en el corazón de los Pirineos, en la región del Ariege, esta rodeado por unos acantilados que le procuran unas formidables dfensas naturales. Es un nido de aguilas impresionante desde cualquier punto de vista. Cuando se habla de Montségur se piensa solo en el castillo; pero, esto no es sinó solo una parte de un complejo mucho mas grande, ya que bajo el castillo vivia todo un pueblo que se extendia entre el castillo y las defensas que custodiaban los caminos de acceso. Habia tambien unas instalaciones militares, donde vivian los soldados. En el pueblo, propiamente dicho, vivian los simples creyentes y los "perfectos" (la jerarquia). El castillo actual no es el de la cruzada, sinó que fué construido mas tarde, sobre las ruinas de un castillo precedente. En el año 1243, un ejercito de 6.000 hombres tomó posiciones al pie de la montaña para un asedio que duró 10 meses y lleno de escaramuzas. Finalmente los sitiados decidieron pactar con el senescal del rey de Francia: fué una rendición sin condiciones. Los invasores preparan una gran hoguera, al pie de la montaña, en un prado que ha conservado el nombre de "prat dels cremats" (prado de los quemados): 215 heréticos murieron allí. Una estela recuerda aún hoy, la salvaje represión, con la leyenda:
ALS CATARS / ALS MARTIRS DEL PUR AMOR / CRESTIAN.
Montségur fué dotado de una guarnició hasta el s. XV. Mas tarde con el ratado de los Pirineos (1659), la fortaleza, como todos los otros castillos, fueron abandonados.
Entonces entraron en la leyenda y fueron el símbolo de una resistencia imposible.
Anna M. Adroer i Tasis
Siempre se ha definido a los cátaros como de creencias maniqueas, pues basaban su fe en el dualismo entre la luz i las tinieblas
El inconveniente, para definir como maniqueas las creencias propias de los mal llamados cátaros, es que las doctrinas dualistas aparecieron mucho antes del nacimiento de Mani. Además, partiendo de tal razonamiento, por ejemplo, también deberíamos considerar maniqueo al cristianismo, pues en su doctrina también se opone la salvación a la condenación, Dios al Diablo.
Por supuesto que el catarismo partía de una concepción dualista del hombre y del cosmos, pero no tan lineal ni maniquea como la Iglesia se ha empeñado en hacernos creer. Si hemos de buscar una base religiosa a las doctrinas cátaras, la encontraremos mucho más fácilmente en la gnosis que en el maniqueísmo. A la gnosis, en tierras de Aram, la llamaban manda y de este término se deriva el de mandeísmo, es decir, las ideas religiosas de base gnóstica-jesusiana (que no cristiana) que abrazaban algunos grupos seguidores de la enseñanza de san Juan, cuyo evangelio, como sabemos, era el único que aceptaban los cátaros occitanos. Cuando los juanistas comenzaron a ser perseguidos en Irán - donde aún hoy quedan núcleos residuales juanistas o mandeanos -, pasaron a Bulgaria, donde, con el nombre de Bogomilos o Albaneses comenzaron a predicar su fe en Bulgaria y Albania.
Los "amigos de Dios", etimología de Bogomilos, o los Albaneses, en Albania sólo estuvieron de paso, pues, perseguidos de nuevo, emigraran al norte de Italia, a Occitania e incluso a tierras de León, donde se producen las primeras "quemas de herejes". La pomposa y criminal "cruzada contra los Albingenses" no se centraba en los naturales de Albi, como a lo largo de los siglos la Iglesia también pretendió hacernos creer, sino contra un pensamiento religioso que en absoluto tenía nada que ver con la fe dominante en la Europa medieval. En realidad, Albaneses o Albingenses era una incorrecta transcripción de Albineses, pues éste era el nombre que los bogomilos adoptaron en su deambular europeo ya que su destino era Albión, las islas Británicas, puesto que era allí, según sus tradiciones, donde debían hallar la sangre de Jesús.
Antes de pasar a Albión, sin embargo, descubrieron que para encontrar aquella sangre sagrada que buscaban, tal vez no era necesario cruzar el Canal. Asentados en Occitania, pronto dejarían de llamarse entre sí albinenses para adoptar el nombre de mandas, es decir, de gnósticos, aunque popularmente serían conocidos como tejedores, pues consideraban imprescindible que cada uno de ellos aprendiera un oficio y el de tejedor, y el de artesano en la confección de peines para tejer, era el que más comúnmente desempañaban, aparte del de médico. Poco después, adoptarían un nuevo nombre, el de mundinos, pues su nueva tierra de elección era la terra mundina, la "tierra limpia", la tierra munda, o sea no inmunda o contaminada por la predicación de un Jesús paulino que no tenía nada que ver con las enseñanzas del Jesús juanista y gnóstico que ellos seguían.
Si hemos de buscar una base religiosa a las doctrinas cátaras, la encontraremos mucho más fácilmente en la gnosis que en el maniqueísmo
Es obvio que en el desarrollo de cualquier doctrina religiosa aparece siempre una elite que es quien controla el núcleo básico de la vida espiritual que difunde. Es ésta una condición que se ha dado siempre a la aparición de una nueva doctrina. Y no es que esa elite pretenda reservarse lo mejor de su enseñanza, sino que es consciente de que el pueblo llano no la puede asimilar directamente. En el principio de toda nueva religión, incluido el cristianismo, aparece un flujo de regeneración, un esfuerzo ingente por transcender la condición del hombre para alzarlo a una nueva naturaleza, a un modo de ser, santificado.
El fenómeno no es aislado sino general, por lo que cabe suponer que en el desarrollo del catarismo se debieron dar las mismas condiciones. Y en Occitania, ese esfuerzo generoso para transcender la condición humana, que se refleja en el florecimiento esplendoroso de su civilización, sin duda debió verse plasmado también en una literatura espiritualista de la que no nos ha llegado nada, salvo algunos retazos dispersos en leyendas y cantos de los cuales los trovadores recogen sólo un eco profano. Se conoce la historia del catarismo, la historia de Occitania, pero se desconoce casi absolutamente el pensamiento cátaro: un acervo oculto que, ojalá -"Och Alá", Bendito sea Dios -, las sucesivas aportaciones de la iniciativa propiciada por ProHisPer contribuyan a descubrir.
Sócrates estructuró la mayéutica (de maia, "paridora"), filosofa inductiva mediante la cual el maestro se enforzaba en "parir", en dar luz, a nuevos hombres. La iniciación, y en el catarismo no podía ser una excepción, mediante la consolamenta - la iniciática, no la dispensada a los moribundos -, el maestro adoptaba el papel de "padre espiritual" del neófito, del mismo modo que se hacía en el brahmanismo o en el budismo, e incluso en el cristianismo, pues san Pablo llama hijos espirituales a aquellos que "ha engendrado por la fe". Del catarismo, lo hemos perdido todo. Quedan algunos documentos, cierto, pero ningún escrito de carácter espiritual susceptible de ser interpretado hermenéuticamente. De disponer de tales escritos no hay duda de que podríamos acercarnos mucho más al pensamiento de una fe innovadora sino también a las "realidades históricas" que sin duda la misma determinó.
No nos queda nada. La cruz de Tolosa, el anagrama de ProHisPer, muchos la siguen llamando la "cruz cátara", cuando los mundinos jamás aceptaron ni la cruz ni al Jesús crucificado. ¿Cómo podían reconocer como símbolo el instrumento de suplicio? ¿Cómo podían admitir a un Cristo sumiso, que se deja sacrificar, si para ellos "Jesús estaba vivo en sus corazones".? La mal llamada "cruz cátara" era para ellos un mandorla, una mandala, un instrumento de meditación que les permitía acceder a unas parcelas de la mente que desconocemos. "El cátaro es un ser hecho de la materia de que están hechos los sueños", escuchó más de un inquisidor durante los interrogatorios que, inevitablemente, debían llevar al hereje a la hoguera.
El saludo maniqueo consistía en dar la mano. Este gesto, tan natural en la sociedad occidental, tenía para los seguidores de Mani el significado de "arrancar" - de rescatar - al saludado del infierno. El saludo cátaro, en su aspecto exterior, se expresaba mediante el abrazo o por medio de la imposición de manos. Su significado oculto era el desear "salud", pues no en balde su centro espiritual, Montsegur, como su nombre indica, expresa tanto la salud y la seguridad como la salvación (salvatge). Un saludo que los franceses del norte, tal vez para tranquilizar su mala conciencia por el exterminio, adoptaron.
Los inquisidores no pudieron entenderlos. Si les preguntaban si eran maniqueos, si creían en la oposición de la luz a las tinieblas, respondían que para ellos el ojo es el lugar más privilegiado de nuestro cuerpo, pues en el "se consuma el coito sagrado entre la Luz y las Tinieblas". A las preguntas de carácter íntimo, respondían que, al igual que lo hiciera Jesús, ellos practicaban el amor, práctica nefanda que los Padres de la Iglesia definieron como coitus reservatus y que los inquisidores prefirieron definir como castidad. A comienzos de este siglo, cuando a este lado de los Pirineos aún vagaban los agotes, mientras al otro lado deambulaban los cagots, ambos luciendo siempre la infamante pata de oca en el brazo - que recordaba inequívocamente al símbolo de reconocimiento mundino -, unos y otros, por poco que se les tirase de la lengua, te contaban la fábula del Pelicano. Un ave que, al igual que el manda, debe velar su luminosidad para librarse de las asechanzas del Mal.
Ramón Hervas
¡qué ajetreo más grande se ha organizado en Francia en las últimas elecciones nacionales!
La subida del Frente Nacional de Jean-Marie Le Pen, que se lleva la presidencia de algunos Consejos Regionales ha convulsionado los esquemas del jacobismo y de la República francesa. Pero el resultado más trascendental ha sido el estallido de la derecha. El socialismo se ha lanzado con todas sus fuerzas por capolar la derecha, a la que acusa de colaboradora con el fascismo, cuando esta obtiene cinco presidencias de los Consejos Regionales, con el concurso de los votos de Le Pen. Los socialistas hacen una presión colosal porque la derecha renuncie a aquello que han ganado con los votos y así poderse hacer ellos con el poder. Los escrúpulos de conciencia de una derecha son aprovechados por una izquierda, que carecida de todo escrúpulo ha hecho subir al ultraderechista Le Pen para destruir la derecha tradicional y hacerse con el poder, y el pueblo se cree que otro golpe la República peligra y que la dictadura saca la nariz por el horizonte. Todo este ajetreo sólo hace que fortalecer Le Pen y se obtiene un resultado contrario del que se pretende.
Sería bueno analizar el proceso por el cual se llega a la situación actual. el Estado francés moderno, producto de la Revolución francesa, es una monstruosidad de concepción y de construcción, y la Constitución, empezando por el artículo II, una excepción única en toda Europa. Quizás os puede parecer fuerte decir que la constante histórica de la construcción del estado francés actual es el racismo.
La historia se ha escrito a la inversa. El rey de los francos, Clodoveo, organiza una verdadera cruzada contra los visigodos arrianos y la victoria en Volhé (Vouillé) y la muerte del rey Alaric II (el 507) es una verdadera deshecha occitana.
Cuando en el 732, el franco Carles Martell obtiene la victoria en Poitiers, no fue el liberador, sino el devastador de Occitánia, principalmente de Aquitánia y Provenza. Los occitanos se habían aliado con los árabes o beréberes islamizados de Iberia, porque, enfrente de los bárbaros del norte, les parecía que les eran más próximos. La incidencia de la civilización musulmana sobre Occitánia, especialmente sobre los trovadores, tiene hoy muchos estudiosos que la corroboran. Pero el racismo contra Occitánia estalla con la cruzada contra los albigenses, decretada por el Papa lnocencio III, en el 1209. Las consecuencias no son únicamente el "Pogrom" o liquidación física de los cataros, sino la aniquilación de toda la estructura social, política, económica, cultural y lingüística de todos los estados occitano-catalanes del sur del Loira hasta los Pirineos y las Corbieres.
Enumero sólo de paso la terrible persecución, parecida a la de los cataros, que sufrieron los valdenses, en el siglo XIII, y que duró hasta el 1561 con el Edicto de la Tolerancia, pero que en el 1655 vuelven a ser duramente reprimidos. También hace falta añadir las guerras de la religión contra los hugonotes (1562-1598) con la matanza de la noche de San Bartomeu, de los hugonotes de París, ordenada por el rey Carles IX (24-8-1572).
Pese a que acabaron el 1598, con el Edicto de Nantes, en el 1685, fue revocado por Lluís XIV, que no podía tolerar la erección a Occitánia de unas provincias unidas protestantes, que forman un auténtico estado, con organización militar, judicial y financiera. Nuevamente los hugonotes serían sistemáticamente perseguidos y tuvieron que emigrar.
A partir de entonces el racismo de estado entra en funciones, enfrente de la consolidación de la potencia alemana, la existencia de una Occitánia nacionalmente diferente impide el destino de Francia, con vocación imperialista y asimiladora. Es conocido el hecho que la Revolución francesa quiera extirpar todos los "patois" porque la Nación, de mano de la Revolución sea lo suficiente potente para mejorar la especie humana (!). Es a partir del informe del Abad Henri Grégoire, que el francés, que sólo es hablado en 15 departamentos del estado, se impone al resto.
El estorbo que hace Occitánia es plasmado por los granos intelectuales franceses, entre los cuales hace falta citar Ernest Renan y Jules Michelet.
Otro intelectual francés, el escritor Louis-Ferdinand Destouches, conocido por Celine, (1894-1961), despotrica aún de lo que queda culturalmente de Occitánia y dice:
"Zona Sur, zona poblada de bastardos mediterráneos degenerados.. parásitos arábicos.. por debajo del Loire solo hay podredumbre, gandulería, infectos mestizajes negroides.." |
Es muy revelador el hecho que Celine sea el autor de panfletos antisemitas y que en el 1940 se adhiera al gobierno de Vichy y posteriormente exiliado a Alemania, y que ente sus obras destile su filonazismo. Otro caso, que se emparenta con la misma situación histórica, es el reciente juicio contra Maurice Papon, condenado a 10 años de prisión por haber arrestado 1690 judíos, incluidos 233 niños, del departamento de la Gironda (Burdeos) y que serían enviados a campos de exterminio de la Alemania nazi, por el solo delito de ser judíos. Esto pone evidencia el carácter de sumisión del funcionariado francés a los dictados del estado jacobino. Revela también su carencia de conciencia y de ningún sentido de culpabilidad. Después Papon pasa del gobierno de Vichy al gobierno del General De Gaulle y continuó su política racista. Cuando es prefecto de París, es el responsable directo de la muerte de 200 magrebíes que pedían la independencia de Argelia, la noche del 17 de octubre de 1961. Se ha dicho que el plan de deportación de los judíos era nazi y la complicidad francesa. Pero la sentencia va especialmente dirigida contra los crímenes administrativos. Se ha querido hacer recaer a Vichy toda la culpa, pero los crímenes de racismo del estado francés han sido una constante histórica antes y tras Vichy.
La Escuela francesa ha actuado, y actúa, de forma racista para extirpar las otras lenguas del estado y también sus colonias. Ninguna diferencia es tolerada. La guerra de Argelia, del 1934 al 1962, es una guerra genuinamente racista aparte su colonialismo. La independencia de Argelia, el 3 de julio de 1962, crea una crisis tan profunda al estado jacobino, que aun no han superado los partidos políticos hexagonales, el ejército y la iglesia de Francia, todos responsables del genocidio del pueblo argelino, pero también de los otros pueblos de ultramar y del interior.
El Vaticano ha pedido perdón por los crímenes de la inquisición y también por la indiferencia de la Iglesia ante el holocausto de los judíos. También han pedido perdón por los judíos, la iglesia de Italia y el Gobierno británico y el Gobierno suizo también hacen reparaciones. Pero nadie en Francia ha pedido nunca de perdón por los crímenes de racismo y de genocidio, y sólo ha condenado, por colaboración con los nazis, a dos personas: Paul Tourier (en 1994, a cadena perpetúa) y ahora Maurice Papon, a 10 años. Sólo por salvar las apariencias y descargar su mala conciencia.
La asimilación profunda que ha sufrido el pueblo occitano, ha hecho aparecer no solamente la vergüenza sino el autoodio, de forma que los ha convertido, en más franceses que los propios franceses. Esta política jacobina ha conseguido que los que antes eran despreciados ahora sean los que desprecien a los otros, sus vecinos, que antes compartían la misma cultura mediterránea y que ahora abocan su rechazo contra toda la inmigración, especialmente muy numerosa en Provenza y difícil de integrar con los métodos habituales. La lógica del jacobisme, que ha calado profundamente en las mentes de los colonitzados occitanos, es el nido ideal dónde se empollan los huevos del racismo y del jacobinismo francés.
Las condiciones actuales son las ideales del progreso del Partido de Le Pen, que no es otra cosa que la consecuencia natural del jacobinismo histórico francés. Todas estas lamentaciones de los políticos galos, especialmente los de izquierda, son sólo puro fariseismo y la solución no pasa por intentar aislar o eliminar el Partido del Frente Nacional, sino de instaurar una República plural que democráticamente respete todos los pueblos y los devuelva los mismos derechos nacionales que tienen los franceses del norte.
Nadie osa poner fuera de la ley el Frente Nacional, que ente sus estatutos no contempla una política racista y que por otro lado su líder, Jean Marie Le Pen, se confiesa católico y, naturalmente, conservador e integrista, modelo exacto de los que han escrito la historia trágica e ignominiosa de Francia. Todos los partidos exagonals comulgan con la misma idea de Francia, igual que el católico Jean Marie Le Pen, y también, de los francmasones y de los comunistas.
A pesar de todo, la situación actual puede traer a nuevas soluciones, a partir de un estallido de la política francesa, que la hace inviable y a la vez peligrosa, al hacer cada vez más recio el Frente Nacional. Por el momento, una manera de adelantar seria fortalecer las regiones con más competencias y poder legislativo.
El CAOC está preparando un gran Congreso Occitano-Catalan para el año 2000, que pondrá en evidencia esta comunidad natural, económica y lingüística occitano-catalana, en el gran marco del Arco Mediterráneo y así poder superar todos los racismos viejos y nuevos con que nos han intentado separar y que han inculcado aparte de la sociedad occitana alienada.
Enric Garriga i Trullols
Secretario General del CAOC
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